Claudio Lozano, precandidato a diputado nacional por Convocatoria Abierta por Buenos Aires, sostuvo que “las declaraciones de Martín Lousteau en contra del soterramiento del Sarmiento, exponen de manera elocuente, el carácter oportunista y trucho de su campaña electoral.
En su afán de mostrarse como un opositor que no es, pretende borrar con el codo lo que él mismo escribió con la mano. Es el caso de esta obra que ahora juzga innecesaria (cuestión que quien habla comparte), pero que al observar el decreto 151/2008, con fecha del 23 de enero de ese mismo año, nos encontramos con las firmas de Cristina Fernández de Kirchner, Alberto Fernández, Julio De Vido y Martín Lousteau adjudicando la obra del soterramiento del Sarmiento.
Este comportamiento oportunista y trucho se repite cuando se manifiesta preocupado por el avance de la pobreza y el estancamiento de la economía, haciendo caso omiso de que acompañó como embajador en los Estados Unidos las políticas del gobierno de Macri y que quienes lo representan en el Parlamento Nacional, jamás objetaron nada sobre estas cuestiones. Más aún, cuando se queja de las prioridades presupuestarias del Gobierno de la Ciudad, o del gasto en publicidad, cuando sus legisladores en la Legislatura, aprobaron con sus votos o con sus colas, las prioridades presupuestarias del 2016 y del 2017. Hasta su candidata a legisladora Débora Volpin, ha dicho que va a auditar las cuentas de la ciudad.
Desconocemos si Lousteau le habrá informado que su fuerza política está representada en la Auditoría de la Ciudad a través de la contadora Mariela Coletta. Una auditoría que por cierto, demuestra escasa contracción al trabajo (sobre 80 objetivos formulados en el plan anual de la Legislatura, solo se concluyeron 14 informes finales).
Puede ser bueno cambiar de opinión como resultado de una necesaria actitud autocrítica y reflexiva.
Pero algunas veces, y sobre todo en campaña electoral, uno no termina de saber qué es lo que piensan realmente alguno de los dirigentes políticos”.